Las desilusiones y fracasos que se presentan en la vida nos van dejando una huella, una experiencia negativa que muchas veces no nos permite ver hacia delante y levantarnos para volver a empezar.
Cuando aprendemos a caminar, todos nos caemos. Sin embargo, nuestro anhelo de caminar es mucho más grande que aunque duela y lloremos en las caídas, muy pronto nos volvemos a levantar y seguimos intentando. ¿Cuántas veces? ¿De qué forma? ¿Con qué ánimo? Eso depende de cada uno pero es casi seguro que si no logramos aprender a caminar de una forma, cambiamos cuantas veces sea necesario con tal de hacerlo. leer más
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario